Trilogía de Mayo

Las páginas de nuestra historia no se borrarán jamás. Aquello que se escribió con sangre y dolor, será siempre ejemplo de generaciones renovadas. Los nombres de los heroicos defensores de nuestra integridad, de nuestra libertad y de todo aquello que configura a una República, no caerán en el olvido, por el contrario, seguirá vigente, mientras en lo alto de los mástiles la tricolor de Bolivia será un saludo a los que hoy son un recuerdo y un ejemplo.

El mes de mayo trae en las páginas de nuestra historia, lo que se dio en bien llamar Trilogía de Mayo, pues los sucesos que se enmarcan en la sucesión de fechas, son hechos verdaderos que en Bolivia celebramos con fervor y admiración, en reconocimiento a quienes escribieron páginas indelebles evocadas con respeto y admiración, hacia los que lucharon en defensa de nuestra nación.

En consecuencia, el mes de mayo, nos trae tres fechas dignas de ponerse de relieve que se inician el 25, al recordar la efemérides departamental de Chuquisaca. El 26 evoca la batalla del Alto de la Alianza y, el 27 trae a nuestra memoria el heroísmo de las mujeres cochabambinas que ofrendaron la vida en La Coronilla. Ese heroísmo es revivido en el homenaje destinado a la valentía de la mujer y que concentra toda emoción en el Día de la Madre, como justa ofrenda, que no sólo irradia memoria hacia el coraje, sino que condensa atención unánime en el ser humano, al tomar un giro particular lleno de sentimiento y sumisión hacia la persona reconocida como la raíz de la existencia humana.

Ante los tres sucesos ocurridos en el mes de mayo, GBT extiende su admiración al pueblo chuquisaqueño, a los que lucharon en defensa de nuestro territorio y al coraje de las mujeres de La Coronilla. Estos son días en que los inspirados versos de bardos consagrados, son entonados en los himnos que perpetúan los nombres, proyectan los hechos y magnifican el ejemplo de todos aquellos que ofrendaron vidas para el bienestar común.

Las páginas de nuestra historia no se borrarán jamás. Aquello que se escribió con sangre y dolor, será siempre ejemplo de generaciones renovadas. Los nombres de los heroicos defensores de nuestra integridad, de nuestra libertad y de todo aquello que configura a una República, no caerán en el olvido, por el contrario, seguirá vigente, mientras en lo alto de los mástiles la tricolor de Bolivia será un saludo a los que hoy son un recuerdo y un ejemplo.