Originalmente un barrio satélite de La Paz. Creció de manera insospechada y desde el
26 de septiembre de 1986, ostenta el rango de “ciudad”.
Monumento a Juan Azurduy de Padilla.
Es El Alto –junto a Santa Cruz de la Sierra – puerta principal de ingreso a Bolivia, abre
la ventana al turismo receptivo e interno, que por su carácter identificado en
gritos de rebelión por circunstancias políticas las cierra con llaves
poderosas. Poco a poco, empero, se aproxima al tiempo de convertirse en el
escenario del progreso económico porque su acción permite entrever una solución
para Bolivia.
La
profundidad de su misma esencia la convirtió en la ciudad que es hoy. Su
principal atractivo: la ubicación en la meseta más alta de Sudamérica,
haciéndose extensivo su carácter andino de tesón y lucha que la muestran como
el crisol de la nacionalidad boliviana. En el mes en curso celebra su
aniversario y destaca la búsqueda de caminos de progreso, haciendo evidente el
enclave de tradiciones enriquecidas en una historia sin fin.
En la intensidad alteña y en marcada armonía con las montañas, existen
lugares que constituyen auténticos centros de atractivo turístico. Es rica en
fiestas y celebraciones. Es única en observaciones paisajísticas. El Huayna
Potosí es una atracción de talla mundial. Su futuro está en la proyección
turística. El nexo entre El Alto, Lago Titicaca y Tiwanacu, constituye un
tópico importante para la promoción turística, y en la Escuela Municipal
de Alta Montaña, la exquisita gastronomía, el rito andino a la Pachamama , los
Kallawayas y las curiosidades como las
chifleras y los remedios para el cuerpo y el alma, está la proyección turística
del plan de progreso.
Se
encuentra a una altitud de 4.070 msnm lo que la hace la segunda ciudad más
alta del mundo. Tiene una población de 1.184.942 habitantes (2010).
En la ciudad se encuentra el Aeropuerto
Internacional El Alto y el Comando de la Fuerza Aérea Boliviana. Posee una gran actividad comercial minorista.
En la ciudad hay 5600 pymes, fabricas y plantas de procesamiento de
hidrocarburos, también es lugar de exportación de los recursos minerales del
país y materia prima procesada, así como también es sede de la Universidad
Pública de El Alto. El Alto
cuenta con una orquesta sinfónica además de museos y otras instituciones
culturales menores.
El Alto ‑como centro emergente en el corazón de los Andes‑, refleja un
crecimiento en el flujo de turistas de países vecinos, principalmente del Perú.
Los meses más representativos de la temporada alta para el turismo receptivo
son junio, julio y agosto, mientras que la temporada baja comprende los meses
de abril, octubre y diciembre.
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